Cama deshecha: Ana Belén Sánchez |
Recorrer su cuerpo despacio. Sin prisa. Recordando todos aquellos lugares que siempre estuvieron ahí, pero que las urgencias habían desdibujado.
Remolinos de brazos, de cabello, de cuerpos. A plena luz.
Lentamente, dos cuerpos que se acercan, se entrelazan. Se disfrutan, sin barreras. Cómo hace tanto tiempo.
Suspiros, gemidos que rebotan en las paredes del dormitorio e incluso las traspasan. Cómo hace tanto tiempo.
Son las 11:30 de la mañana. El crío está en el colegio. Estamos solos. Cuánto tiempo. Sin puertas cerradas, sin ahogar gritos en la garganta.
Cuánto tiempo que no estábamos en casa, los dos a estas horas un día cualquiera. Sí, con otras preocupaciones. Pero juntos.
Y todo gracias a esta crisis. Sin olvidar la colaboración de nuestro flamante gobierno y su reforma laboral. Y por supuesto, gracias a los empresarios y sus gabinetes de abogados y economistas que han sabido ocultar sus ganancias para aducir pérdidas que justifiquen despidos objetivos. A todos ellos gracias.
Son las 11:45. Me voy a levantar. Voy a ir al mercado a ver que ponemos hoy de almorzar. Me voy, pero con una sonrisa que hace tiempo que no me veía en el espejo.
Relato basado en una llamada telefónica dejada en el Contestador de Siglo XXI de Radio3 Fotografía de Ana Belén Sánchez García. Licencia CC by-nc-sa.
4 comentarios:
Precioso y triste a la vez, el no hay mal que por bien no venga.
Un abrazo.
Gracias Paco por pasar y dejar tu amable comentario.
¡Cierto! Y además con la amenaza constante del "no os quejeis que podría ser peor".
Las rosas y sus espinas...
Qué gustazo haber descubierto este espacio tuyo. Más vale tarde que nunca =)
Abrazo grandote!
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