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domingo, 12 de agosto de 2012

Pollo al ajillo.

Tiempo hace que no me dedicaba a dejar por aquí una recetilla de las mías. Qué, desde el momento en que se dejan caer por aquí, ya son las vuestras.
No voy a decir, que en estas épocas en las que el calor arrecia, apetecen platos más ligeros que de costumbre, no, no lo voy a decir.
Esta receta de Pollo al ajillo, es fácil y relativamente rápida.  Preparad pan para mojar en la salsa.

Ingredientes:
  • El pollo, troceado. Merece la pena pedirle al carnicero un pollo de "corral", que no sea de granja intensiva. El sabor del plato mejora notablemente. Un pollo "medianito" da para 5-6 personas.
  • Ajos, a gusto. Mínimo una cabeza, sin pelar, ni romper. Pimienta, azafrán hebra, sal y una hojita de laurel.
  • Aceite, siempre que se pueda, zumo de aceituna.
  • Vino blanco. A vuestro gusto, pero que tenga madera. En mi caso voy a usar un Montilla-Moriles elaborado por el tradicional sistema de soleras.

Ingredientes
Preparación:

Poned al "fuego" una sartén grande, un perol en este caso, que después podáis meter directamente al horno (envolved en papel aluminio una cantidad generosa de azafrán en hebra y dejad el paquetito cerca del calor).  Añadid cuatro o cinco cucharadas de aceite y que vaya calentando. Encended el horno para precalentadlo a unos 200ºC.
Salpimentad el pollo y cuando el aceite esté bien caliente añadid los trozos de pollo junto con los ajos.

Al perol con ello
 Id moviendo los trozos para que vayan dorando ligeramente por todos lados. Y añadid el laurel, el azafrán y un generoso vaso de vino.
En cuanto el vino arranque a hervir. Tapad el perol. Y metedlo al horno. Bajad la temperatura a unos 180ºC. En unos 20 minutos tenemos el pollo listo.
En este punto decir, que puede continuarse la cocción a fuego medio sin llevar al horno. Habría que ir removiendo los trozos para que hagan y doren por todos lados; con cuidado llegado el momento de que no se rompan.
Tapando que es gerundio

La alquímica transformación.

Una buena ensalada, unas patatas fritas, unos clásicos Spaghetti aglio, olio e peperoncino  y qué no falte el pan.

¡Buen provecho!


2 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Son las siete de la mañana, y no son horas después de desayunar para que se estimulen los jugos gástricos, pero todo tiene muy buena pinto y yo que soy fatal para la cocina hasta lo veo fácil.
Saludos

@pepejavier dijo...

Muchas gracias Paco, por pasar por aquí. Y por dejar tu comentario.
Sabemos que ese pequeño, gran, gesto es la savia de un blog. Su aliemento.
Un abrazo.